Sunday, January 31, 2010

Laporta quiere ser presidente de una Cataluña independiente

"Estoy capacitado para gobernar Cataluña". "Si yo fuera presidente lucharía para que Cataluña tuviera un Estado para tomar decisiones". Lo puede decir más alto. Más claro, no. Laporta quiere pasar de ser el presidente del Barça -club al que define como "la mejor herramienta para defender nuestro país porque no está sometido a las estructuras centrales"- a presidir la Generalidad y, desde la misma, buscar la independencia plena de Cataluña.

Todavía no ha decidido si se va a presentar dentro de un partido ya existente o si piensa fundar uno. Dado que su intención es ir de número 1, lo más normal es que ninguna de las fuerzas nacionalistas presentes en el parlamento catalán le quieran incorporar a sus filas.

La pregunta obligada es: ¿a quién beneficia y a quién perjudica la irrupción del laportismo en política? Pues está por ver que perjudique o beneficie a nadie. No es lo mismo presidir un club de fútbol que conseguir que los ciudadanos te voten. Pero es cierto que Laporta se las está arreglando para dar una imagen de populismo independentista que puede atraer la atención, e incluso el voto, de ciertos sectores de una ERC de capa caída y de una CiU emergente y optimista. En otras palabras, Laporta puede alcanzar una presencia parlamentaria similar a la lograda por Ciutadans, que surgió de la nada para plantar sus reales en el Parc de la Ciutadella s/n.

El independentismo todavía es minoritario en Cataluña. De hecho, tengo la sensación de que en el resto de España hay más ganas de que Cataluña se independice que en la propia Cataluña. Los políticos nacionalistas han conseguido que muchos españoles estén hasta el gorro de sus presiones, sus quejas, sus amenazas y su trato vejatorio hacia todo lo que huela a español, empezando por el idioma castellano. Empieza a cuajar la idea de que España se ha convertido en una colonia del mini-imperio catalán. De hecho, el PSOE es un buen ejemplo de ello. El PSC es clave a la hora de decidir quién manda en el PSOE mientras que desde Ferraz no se puede decidir -al menos en teoría- quién manda en el PSC. Y son también muchos los que no ven nada bien que la sociedad civil catalana, salvo excepciones que confirman la regla, viva aborregada en medio de un sistema que tiene cada vez más la pinta de régimen a-democrático. Gran parte de los ciudadanos de Cataluña, naturales o residentes, adoptan hoy la actitud que adoptaron muchos españoles durante el régimen franquista: pasan de la política.

Volviendo a Laporta, todavía no ha habido un solo periodista que le haga la pregunta del millón de euros: ¿Su independentismo le lleva a desear que el Barça abandone la Liga española? ¿Está dispuesto a crear una liga catalana en la que se ofrezcan partidos tan interesantes como un Barcelona-Mollerusa o Español-Sabadell? Porque claro, no pretenderán dejar de ser españoles y seguir jugando en la liga española, ¿verdad? Y no me imagino al Rey de España entregando la Copa que lleva su nombre -mejor dicho, su cargo- al presidente de un club extranjero. Que nadie dude, Laporta tampoco, que una Cataluña fuera de España implicará un anticatalanismo importante en esa España amputada, en esa España que difícilmente podrá seguir siendo llamada España, porque España no es España si le falta una de sus regiones.

Lo que hoy vemos es el resultado de un error histórico que amenaza con prolongarse en el tiempo hasta que dé lo peor de sus frutos. Me refiero al estado de las autonomías y a la partitocracia. La Constitución española lleva en su seno el germen del fin de España. El café para todos ha servido para que todos se peguen por el café. Laporta dice que quiere para sí lo que otros no se atreven a decir, pero actúan como si igualmente lo quisieran. Si los dos partidos mayoritarios se pusieran de acuerdo, acababan con este problema en una legislatura, vía reforma de la ley electoral o incluso vía reforma constitucional. Pero resulta que tanto en el PSOE como en el PP ha germinado la semilla del localismo, del autonomismo insolidario e incluso del nacionalismo más burdo. Hacen falta que surjan con fuerza opciones políticas a izquierda y derecha que quieran acabar con una situación que puede llevar a la balcanización de España. UPyD podría jugar ese papel desde la izquierda, pero ¿quién puede asomar por la derecha para plantar cara al partido de la cláusula Camps, del choteo linguístico de Feijó y del trastorno bipolar de Cospedal?

Luis Fernando Pérez

Saturday, January 30, 2010

Para uno bueno que tenía el PP...

Manuel Pizarro ha dejado de ser diputado. El fichaje "estrella" de Mariano Rajoy para las pasadas elecciones generales se ha cansado de ver los toros desde la quinta fila y se larga a su casa, no sabemos si a descansar o a esperar que le llegue alguna oferta sustanciosa para volver al mundo de la empresa o incluso de la banca. De momento yo no descartaría que Losantos le fichara como tertuliano para Es.Radio. Por falta de ganas no va a ser.

De Manuel Pizarro destacaría dos cualidades poco comunes en los políticos. Se le entiende todo cuando habla, incluso cuando aborda asuntos complicados como las cuestiones económicas. Y, sobre todo, no tiene el menor empacho en defender los valores cristianos cuando le entrevistan. Siempre se ha declarado provida y ha huido del lenguaje políticamente correcto a la hora de defender el principal de los derechos humanos, sin el cual todos los demás derechos quedan en nada. Otra cosa es que algún ingenuo pensara que con semejante actitud tendría algo que hacer en el actual Partido Popular. Los hechos han venido a demostrar que no.

Don Manuel llegó a la política no porque necesitara medrar para ganarse un puesto que le asegurara el sustento económico de su familia. Tampoco parece ser de los que busque el poder por el poder. De hecho, aunque muchos le situaran como posible ministro de economía en un ejecutivo rajoyesco, su mayor interés era hacer que la justicia en España funcionara de verdad, para lo cual hacen falta recursos humanos y económicos -un chiste comparados con el despilfarro en temas menores- y voluntad nítida de poner fin a la despolitización de las altas instancias judiciales. Eso se podría hacer cumpliendo lo que dice la Constitución, pero a estas alturas de la película, ¿de verdad hay alguien que se piense que la clase política de este país respeta la literalidad y el espíritu en que fue redactada y aprobada la Carta Magna?

Mal, muy mal le va a ir a España si las pocas personas válidas que optan por dejar a un lado una vida cómoda para dedicarse a la política, tienen que retirarse de la misma porque su independencia y eficacia molestan a los aparatos de los grandes partidos.

El votante conservador tiene hoy una razón más para no votar al PP. Y son ya muchas las razones. Puede que en Génova piensan que todas juntas no pesan lo mismo que el deseo de echar de Moncloa al peor presidente que ha tenido España desde la llegada de la democracia. Pero qué triste es llegar al poder por los deméritos ajenos en vez de por ofrecer una alternativa ilusionante y vertebradora. Ojalá de aquí al 2012 se consiga edificar una alternativa electoral conservadora realmente válida, ajena tanto a extremismos estériles como a tibiezas cobardes. Y ojalá don Manuel Pizarro quisiera formar parte de esa alternativa. Nos hacen falta hombres como él.

Luis Fernando Pérez

Friday, January 29, 2010

Tenemos un 20% de paro.. y lo que te rondaré morena

En España, una de cada cinco personas que quieren trabajar, no pueden hacerlo. Ese es el resultado de dos factores: la crisis económica mundial y la gestión económica del gobierno de Rodríguez Zapatero.

El primer factor puede estar en vía de solución. Parece que los países más industrializados salen ya de la recesión y empiezan a crecer. Pero precisamente el FMI acaba de aventurar que España será el único país desarrollado que no crecerá en este año y lo hará muy poco el que viene. Dado que para que el empleo crezca en nuestra nación es necesario crecer por encima del 2.5-3%, la cosa tiene muy mala pinta. Podemos plantarnos en cifras de paro cercanas al 25%, con la particularidad de que en breve serán millones los parados que no cobrarán ninguna prestación económica o apenas unos pocos cientos de euros al mes, que no dan ni para comer.

Zapatero ha decidido que España saldrá de la crisis cuando el resto del mundo salga. Pero salir de la crisis no es tener un crecimiento positivo del PIB. De poco le vale a los parados que España crezca el 0.9% en el 2011 si eso no se traduce en aumento del empleo. La verdadera crisis es la de las familias que no van a tener manera de sobrevivir en los próximos años si alguno de sus miembros no encuentra trabajo. La teta económica del Estado no da para mucho más, pues el déficit empieza a ser preocupante y la colocación de la deuda pública va a ser cada vez más complicada. Precisamente ahora son los bancos españoles los que compran esa deuda, lo cual, a su vez, implica que no disponen de liquidez para conceder préstamos que revitalicen la economía. Es la pescadilla que se muerde la cola. El panorama es "complicadillo":  déficit, emisión de deuda, falta de financiación bancaria provocada por la necesidad gubernamental de colocar la deuda, más crisis, posible crisis bancaria, imposibilidad de colocar más deuda, peligro real, aunque lejano, de quiebra del Estado.

Son muchos los economistas y las instituciones que proponen una reforma del mercado laboral que facilite la contratación de nuevos empleados a las empresas. La idea sería abaratar el despido de los nuevos contratados, manteniendo la indemnización de los que hoy todavía mantienen su empleo. Los sindicatos mayoritarios, que se han convertido en meros gigante burocráticos que existen porque el Estado les da el dinero de todos, se niegan a cualquier reforma que suponga el abaratamiento del despido. Digo yo que si lo que se propusiera es abaratar el de los que todavía tienen trabajo, esa oposición tendría sentido, pero ¿por qué no aceptar que las empresas que no están en crisis contraten a más gente aunque sea con la condición de que puedan echarla en el futuro sin pagar mucho? Si a un parado le dicen "te voy a contratar, pero que sepas que si dentro de un año te echo, no vas a cobrar 20 días de indemnización sino sólo 8", ¿alguien piensa que ese parado va a decir que no? Los sindicatos dejan de tener sentido cuando son un obstáculo a la solución de una crisis como la que tenemos encima.

Por encima de las cifras y las discusiones entre economistas está el sufrimiento real de aquellos que no sólo se encuentran en paro sino que saben que es muy complicado que encuentren "curro" a corto-medio plazo. La ayuda social que presta la Iglesia, sobre todo vía Cáritas, tiene un límite. La familia sigue siendo el refugio más eficaz para quienes están en situación desesperada, pero no siempre existen unos padres o unos hermanos capaces de echar una mano. Hay sectores que, simple y llanamente, no se van a recuperar en años. Por ejemplo, el de la construcción. No se vende lo construido, con lo cual no se construye vivienda nueva. Y los que han trabajado en ese sector, difícilmente pueden recolocarse en otro. No le pidas a un albañil que se meta a peluquero, ni a un jefe de obras que se dedique a la podología.

Como quiera que Zapatero va a seguir en el poder hasta el 2012, es necesario que nos hagamos a la idea de que tenemos crisis para rato. Incluso aunque ese año llegara el PP al gobierno, pasarían otros 2-3 años para que el empleo volviera a crecer. Eso suponiendo que no se impusiera el modelo Gallardón, que está dejando a la ciudad de Madrid al borde de la quiebra.

La sociedad española ha vivido muy acomodada durante una larga década. Veremos si sabe vivir bajo necesidad durante ese mismo tiempo. Mi sensación es que la crisis moral, de mayor calado que la económica, hará bastante difícil, por no decir imposible, que no se produzca un drama de consecuencias imprevisibles. Y es que cuando la miseria real sea una realidad para millones de españoles, y vamos camino de ello, se habrá creado el caldo de cultivo para la llegada de un populismo feroz que acabe por dar la puntilla a lo que quede de España. De hecho, el propio Zapatero cumple todos los requisitos para ser ese líder populista: demagogia, falta de ideas, irresponsabilidad y determinación en seguir en el poder a toda costa.

Luis Fernando Pérez

Thursday, January 28, 2010

Reinicio mi primer blog

Mi baúl de los recuerdos internautas empieza a parecerse al baúl de la Piquer. Cuando, muy de tiempo en tiempo, rebusco en el mismo, me encuentro con trastos antiguos que hacía mucho tiempo que no usaba. Y uno de esos trastos es, precisamente, este blog. Sé que hace un par de años eliminé alguno de los posts aquí escritos por razones que ahora no recuerdo aunque creo que tenían que ver con asuntos familiares de poca importancia.

El caso es que me apetece tener un blog en el que poder escribir sobre temas -política, deportes, cine, etc- que no son apropiados para mi blog en InfoCatólica. ¿Y para qué abrir uno nuevo teniendo este?

Obviamente, mi regularidad a la hora de escribir acá será mucho menor...... o no, que diría Rajoy.