Tuesday, February 02, 2010

Estas cosas pasan por votar a Zapatero

Era previsible pero no por ello menos preocupante. El paro sigue subiendo y hemos superado los 4 millones de personas que queriendo trabajar, no pueden. Según Libertad Digital, el número real de parados sobrepasa los 4.5 millones. El Ministro de ¿Trabajo? profetizó el año pasado que de ninguna de las maneras llegaríamos a los susodichos cuatro millones. Pues ahí los tiene, señor Corbacho. Si le quedara un poco de dignidad, se iría a casa, pero yo no recuerdo a un solo ministro socialista que se haya ido tras hacer el ridículo, salvo aquel ministro de Interior en tiempos de González, cuyo nombre no recuerdo, que se largó cuando se le escapó Roldán.

De todas formas, poco puede hacer un ministro de trabajo si al frente del resto de ministerios económicos hay auténticas calamidades nacionales. Por no hablar de la calamidad mayor, que tiene como nombre José Luis y por apellidos Rodríguez Zapatero.

Si ya es grave que haya tantos parados, peor es la sensación que tiene todo el mundo de que esto no tiene solución a corto-medio plazo. Empiezo a pensar que el paro sólo decrecerá cuando en el resto del mundo mejoren las cosas y los inmigrantes que estén acá se larguen a países más prósperos. Pero eso será sólo un maquillaje de la realidad.

España no es competitiva por muchas razones. Ni tenemos recursos naturales suficientes -y los que tenemos, como el agua, los desaprovechamos-, ni somos capaces de dejar atrás un ecologismo estúpido que nos conduce a la dependencia energética del país vecino y sus centrales nucleares, ni contamos con sindicatos libres de caspa pre-caída del muro de Berlín. Por no hablar de la ínfima formación de la generación que está hoy en nuestros colegios e institutos. Aunque ahora se lograra un pacto de educación que mejorara el nivel académico de los jóvenes españoles, cosa ya de por sí imposible mientras el zapaterismo marque las líneas de dicho pacto, pasarían al menos dos décadas hasta que recogiéramos los frutos.

Si alguien piensa que las cosas no pueden ir mucho peor, que espere a que los bancos reconozcan que las hipotecas que concedieron no reflejan la realidad del precio de los pisos en el actual mercado inmobiliario. Cuando digan, "dimos 100 por algo que hoy vale 60", y cuando los parados no puedan pagar sus préstamos, cosa que ya está pasando, veremos en qué queda la salud del sistema financiero español, sobre todo a nivel de Cajas de Ahorros.

Con un Estado endeudado hasta las cejas, con un sistema bancario incapaz de impulsar la inversión, ¿de dónde pensamos que vamos a sacar fuerzas para salir de la crisis? Tendrán que venir de fuera a ayudarnos, pero entonces perderemos prácticamente toda autonomía para fijar la política económica del país. No es algo que me preocupe en demasía, porque no íbamos a estar en peores manos de lo que está ahora, pero me temo que de poco valdrá que nos lleven de la mano durante un tiempo si la nación entera, o lo que queda de ella, no se conciencia de una vez por todas que cuando en una urna se deposita el voto a favor de un demagogo populista como Zapatero, el resultado es crisis y desvertebración nacional. En otras palabras, el principal responsable de la situación actual de España no es Zapatero: Lo son los españoles que le votaron. Lástima que los que no lo hicieron tengan que pagar también las consecuencias.

Luis Fernando Pérez

2 Comments:

At 1:48 AM, Blogger Conrad López said...

La estructura sectorial del mercado laboral español es demencial. Más allá de cuestiones sobre recursos naturales disponibles, la parte de tarta que se lleva el sector servicios es alucinante, y estaba cantado hace años que esto pasaría algún día.

Nos hemos acostumbrado a vivir del cuento (especulación financiera, especulación urbanística e inmobiliaria, crecimiento desmesurado de negocios oportunistas en el secor servicios, liberalización progresiva falseada de servicios públicos, modo de vida basado en un consumo irracional y creador de dependencias muy peligrosas, etc), o sea ... "capitalismo" salvaje, y ahora hay que pagar el peaje.

Lo peor es que el personal no está dispuesto a asumir que la fiesta se acabó.

 
At 1:50 AM, Blogger Conrad López said...

Por cierto, sobre recursos disponibles, la capacidad productiva española podría ser muy superior a la actual, pero nuestro talante europeista no nos da para más.

 

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